Si a modo de comic, se hubiera levantado sobre mi cabeza un bocadillo de lo que se me pasó por la cabeza cuando mi mujer (en adelante Inma) me dijo que estaba embarazada de mi primer y único hijo (en adelante Diego), éste diría algo como "PFFFF... la madre que me parió" y eso, que era un niño deseado, buscado y que ahora colma de felicidad mi vida.
Esto viene a colación de las escenas idílicas de películas o series en las que cuando la mujer le comunica la buena nueva a su pareja, éste, salta de alegría en vez de simplemente acojonarse y quedarse pensativo; Con ello, no quiero decir que los padres, fundamentalmente primerizos, no nos alegremos de tener hijos sino que, simplemente, no lo asumimos como tal hasta que al niño no le tenemos en nuestras manos.
Esto viene a colación de las escenas idílicas de películas o series en las que cuando la mujer le comunica la buena nueva a su pareja, éste, salta de alegría en vez de simplemente acojonarse y quedarse pensativo; Con ello, no quiero decir que los padres, fundamentalmente primerizos, no nos alegremos de tener hijos sino que, simplemente, no lo asumimos como tal hasta que al niño no le tenemos en nuestras manos.
Ahora estamos en busca de darle un hermanito a Diego y supongo que después de hacerme un executive master en fases lunares, temperaturas corporales, posturas fértiles y ciclos varios, me llegará un día Inma y me dirá "CARIÑO... ESTAMOS EMBARAZADOS" y un bocadillo sobre mi cabeza rezará "PFFFF...la madre que me parió".